Cierre de lujo para la pasarela Gaudí NoviasLo que empezó con oro terminó con una lluvia de plumas blancas: la pasarela Gaudí Novias echó el cierre la noche del viernes, con un desfile que no tendría nada que envidiar a la Alta Costura parisina. Desde el emplazamiento, el espectacular salón oval del Museo Nacional de Arte de Cataluña, hasta la cuidadosa selección de modelos, capitaneadas por una muy en boga Irina Shayk y la bellísima Karolina Kurkova, el pase de Pronovias se convirtió, una temporada más, en el broche de oro a una semana de espectacular moda nupcial en la Ciudad Condal.
Dejando al margen el recelo de ediciones anteriores, donde el pase se convertía en un desfile paralelo, exclusivo a unos pocos nombres y clientes, esta edición el desfile de Pronovias no sólo ha abierto sus puertas a casi 1.800 invitados: la retransmisión en live streaming a través de Internet no dejaba dudas acerca de la modernización que la casa ha ido llevando a cabo en los últimos años, y que culminaba con el derroche de lujo, glamour y sofisticación del pase del viernes.
Como telón de fondo, y bajo la atenta mirada de un front-row plagado de celebrities y rostros pertenecientes a la flor y nata de la alta sociedad catalana –todos ellos vestidos de fiesta y etiqueta, tal y como requería la invitación expresa de la firma-, un impresionante y majestuoso órgano, de varios metros de altura, que marcó los primeros compases para las bailarinas encargadas de dar comienzo al desfile. Los ‘cisnes negros’ de Coco Comín dejaban entrever ya entonces la que sería una de las líneas de inspiración más fuertes de la colección 2012: el ballet, la danza clásica y la laureada película Black Swan, se han convertido en la mayor fuente de ideas de muchas de las firmas que estos días han mostrado sus propuestas para la próxima temporada, y Pronovias no iba a ser menos.
Cosmopolitas, clásicas y sofisticadas, las novias ‘flotaron’ sobre la pasarela una tras otra, envueltas en tejidos vaporosos, como las gasas, transparencias de encajes y organzas plisadas, que apenas se estructuran en torno al cuerpo, creando líneas fluidas que se ajustan mediante drapeados, broches de pedrería y sencillos fruncidos. La línea evasé y sirena se convierten en las reinas y señoras con modelos de imponente porte y esplendida caída en raso de seda o tafeta. La falda, total protagonista por encima de los vestidos cortos o de inspiración coctel, adquiere presencia mediante fruncidos XL y ristras de volantes cortados al bies, en organza plisada o tul chantilly. El detalle: los looks cincuenteros de las modelos, con moños altos e italianos, que pusieron el marco perfecto a los rostros de las novias 2012, las plumas sobre escotes y cuerpos encorsetados, los tocados-máscara elaborados en encaje, y la presencia repetida de velos cortos, muy ‘retro’ y chic
Fuente: hola