Son variados los conceptos que hay alrededor de la historia del velo y su simbología. Las mujeres anglosajonas y anglonormandas desde la época medieval lo han llevado como parte de su atuendo diario, además el “velo” era grueso, ya que su fin era ocultar su rostro. Ahora muchas novias apuestan por no lucir velo, ¿será por moda o por ser una novia original?
En el siglo XIX surgió el telar y se fabricaba “tul de seda”. La magia de su transparencia se utilizó para crear alrededor de la novia una atmósfera de misterio y sensualidad. Desde aquel entonces era original lucir velo para la boda, ya que era la innovación del momento.
El velo puede significar simplemente un complemento “esencial” del traje de novia, para los más conservadores es el símbolo de la virginidad de la mujer, para otros, forma parte de la etiqueta y el protocolo de la novia. Ahora bien, si al finalizar la ceremonia es el hombre quien levanta el velo significa que la dominación masculina será la que se estará imponiendo en la relación, pero si por otro lado es la mujer quien toma la iniciativa de levantarlo esto significa que la mujer sobresaldrá por su independencia.